Con goles de Anthony Martial y el argentino Alejandro Garnacho, el Manchester United venció 2-0 al Wolverhampton y dio un gran paso para terminar la temporada entre los cuatro primeros con derecho a retar la próxima impresión del Liga de Campeones.
Los de Erik ten Hag pusieron fin a una ráfaga de dos derrotas sucesivas (frente a Brighton y West Ham) que hacían peligrar su presencia en la máxima competición continental. Con el Liverpool pisándoles los talones, no podía retornar a sentenciar. Sobre todo porque los ‘reds’ van como un chispa con el acelerador a fondo y quieren terminar el itinerario con éxito.
El Wolves no ha sido el mejor rival para remontar la triunfo. El equipo de Julen Lopetegui firmó la pasada excursión la salvación matemática tras un mal principio de temporada que el técnico vasco subsanó con su venida tras su víctima del Sevilla.
Lopetegui agarró al Wolves en la posición de fondo y logró mantenerlos en la Premier League con cuatro juegos para el final. Y, osado de cualquier presión, podía pasar cualquier desafío en cualquier círculo, incluido Old Trafford.
Sin incautación, al Wolverhampton le faltó influencia durante los primeros 45 minutos, en los que nunca estuvo cerca de la puerta de David de Gea. De hecho, en el acto inaugural no disparó ni un tiro entre los tres postes de la puerta defendida por el cancerbero castellano.
El United, con seis ausencias (Rashford, Heaton, Lisandro, Jones, McTominay y Van de Beek) jugó muy perfectamente hasta el refrigerio. Sin alardes, pero con eficiencia, llevó todo el peso del partido y poco a poco marcó el gol con el que se llevaría los tres puntos.
Marcó con una desatiendo de Bruno Fernandes que cobró Bentley y un cabezazo de Antony tras un centro de Shaw que se fue por encima del travesaño a la puerta de los Wolves. Y, pasada la media hora, facturó su gol con una barrabasada entre Bruno Fernandes y Antony que Martial culminó con un tiro a placer con el que batió a Bentley.
El Wolverhampton intentó remontar en la segunda medio y aunque consiguieron mover el balón con regularidad al campo del United, continuaron con su intranquilizante desatiendo de ideas en los últimos metros. A pesar de ese buen principio, siquiera pudo encontrar un gol en la segunda medio.
Y, poco a poco, el Manchester United empezó a sentirse cómodo al contragolpe. Con Bruno Fernandes como principal agitador, surgió la figura de Bantley para sostener la incertidumbre. El cancerbero del Wolverhampton hizo tres grandes atajadas a Jadon Sancho, Casemiro y Antony, pero no pudo igualar a Alejandro Garnacho, que remató el partido. El 2-0 fue suficiente para el United, que ahora está a cuatro puntos del Liverpool a desatiendo de un partido y cerca de vencer un puesto en la Champions.
Fuente: prórroga EFE