El mercado mundial enfrenta una semana marcada por índices rojos tras la guerra de aranceles emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el mundo. Las bolsas de Asia se desplomaron hasta 10%, y las europeas 5%, aunque lograron fuertes subidas este jueves tras la tregua comercial, mientras que Wall Street tiene resultados mixtos, la misma suerte que corrió América Latina, con excepción de la Bolsa de Valores de Caracas (BVC).
Mientras el mundo veía números rojos y gráficos con tendencia a la baja este miércoles, la Bolsa de Valores de Caracas se mantuvo en verde y cerrando con 1,81% de alza.
¿A qué se debe el fenómeno y cómo logra un bien rendimiento un un país en crisis económica y social?
Nicolás Maduro aseguró que Venezuela será «el primer país del mundo» en superar los aranceles de Trump, algo que parece bastante cuesta arriba para el país que enfrenta, no solo un arancel de 10%, sino que desde el 27 de mayo -por disposición de Estados Unidos- ya no contará con la operación de las petroleras extranjeras debido a la revocación de licencias.
Y, pese a que Maduro “celebró” que la Bolsa de Caracas se mantuviera con tendencia al alza, detrás del fenómeno hay una realidad no del todo favorable.
La razón por la que la Bolsa de Valores de Caracas se libró de desplomarse tras el anuncio de los aranceles mundiales por parte de Donald Trump es porque, como todo el sistema financiero venezolano, está aislada del resto del mundo por el bloqueo financiero y las sanciones que pesan sobre Venezuela.
“Al estar aislada del resto del mundo, Venezuela es menos susceptible a la volatilidad y a las subidas y bajadas de los mercados internacionales”, dice a EL TIEMPO el economista Oscar Doval, presidente del grupo financiero Rendivalores Casa de Bolsa y máster en economía internacional de la Universidad de Salamanca.
El experto destaca que, además, la Bolsa de Venezuela depende fundamentalmente de la actividad de las empresas nacionales, que en su mayoría son empresas privadas que dependen del consumo venezolano y no de exportaciones, por lo que el flujo de importaciones baja precisamente por las sanciones, explica Doval.
“Las empresas venezolanas suben o bajan su valor en el mercado de valores de Venezuela en la medida que tengan mayor o menor actividad comercial, de manera que son susceptibles a los embates o crisis propias de Venezuela y no a los embates o las crisis internacionales”, puntualiza el académico.
El tercer factor clave es que las transacciones en la Bolsa de Caracas se ejecutan en bolívares y no en dólares, aunque la moneda nacional está devaluada y ha perdido 30% de su valor en lo que va de 2025, según datos del Observatorio Venezolano de Finanzas. De ahí que en nada le afecte la variación del dólar.
Este miércoles el Índice Bursátil culminó en 226.703,70 puntos con una variación de 268,50 puntos (+0,12%), con respecto a la sesión anterior, lo que continúa reflejando números positivos.
¿Qué riesgo enfrentan las inversiones en bolívares?
Sin embargo, según explica el economista Aaron Olmos, profesor de Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), si bien las transacciones son en bolívares, quien invierte en la Bolsa de Caracas “por lo menos tiene la pretensión de ganarle a la inflación del mes, por ejemplo, la inflación de de marzo fue 14%, si alguien tiene un portafolio en bolívares y el rendimiento del portafolio le dio 15%, por lo menos le ganó la inflación del mes”.
El problema será que, al ser pasado en dólares, tendrá menor rendimiento debido a la devaluación del bolívar.
“Los principales enemigos de los rendimientos que arrojan los portafolios de inversión en la Bolsa de Valores de Caracas son la inflación por un lado y el tipo de cambio. Uno está alimentado por el otro”, dice Olmos.
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