Con una espléndida y notable interpretación de Nikola Jokic, los Denver Nuggets tomaron la delantera en la final del Oeste frente a Los Angeles Lakers (132-126, 1-0 en la serie).

El saburía serbio controló el ritmo del partido con sorprendente facilidad y logró una monumental acto de 34 puntos (impresionantes 12 de 17 tiros), 21 rebotes (6 ofensivos) y 14 asistencias para su sexto triple-doble en estos playoffs.

El doble MVP (2021 y 2022) ya sumó un triple-doble en el tercer cuarto y fue el principal ingeniero de una apretadísima máquina ataque de los Nuggets, omitido en un zaguero cuarto insustancial que casi le cuesta la conquista.

Los Nuggets, el mejor equipo del Oeste en la temporada regular, prolongan así su jugada de imbatibilidad en casa en estos playoffs que simbolizan su lucha contra la historia: nunca han reses un campeonato, nunca han llegado a las Finales de la NBA y han perdido tres de las cuatro finales de conferencia frente a los Lakers.

La acto de Jokic no fue un caso incidental en Denver, que ha tenido seis jugadores en cifras dobles y donde incluso destacó Jamal Murray (31 puntos).

Los Lakers dejaron una imagen defensiva débil -sobre todo en la primera mitad-, pero reaccionaron de guisa encomiable en la segunda porción hasta conquistar una gran remontada en el zaguero cuarto.

Anthony Davis, pese a disputar con Jokic, brilló con 40 puntos y 10 rebotes, Lebron James sumó 26 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias, Rui Hachimura fue esencia como suplente con 17 puntos, y Austin Reaves lideró la desesperada carga con 23 puntos (11 de ellos en el zaguero periodo).