lunes, septiembre 23
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Djokovic alcanza sus 23 Grand Slams y recupera el puesto número 1

Djokovic consigue su 23 Grand Slam y recupera el número 1

En el campo el serbio Novak Djokovic Roland Garros con el vigésimo tercer Grand Slam de su carrera, superando por uno al gachupin Rafael Nadal y convirtiéndose en el hombre con más noble de la historia, y recuperando el número 1 del mundo a costa del además gachupin Carlos Alcaraz.

El ludópata de Belgrado levantó su título por tercera vez en París, tras derrotar al noruego Casper Ruud, que perdió, 7-6(1), 6-3, 7-5 en 3 horas y 13 minutos, su segunda final consecutiva en la arcilla roja francesa y el tercero de su carrera en los Grand Slam.

El escandinavo, cuarto en la clasificación, inquietó al serbio solo en el primer set, pero tras perderlo en el tiebreak sucumbió delante la potencia de su rival.

Autor de una temporada irregular, el serbio ha demostrado que su nivel crece en los Grand Slams, entró en el segundo major del año, tras el Abierto de Australia, encadena 21 victorias consecutivas en esos torneos en los que no pierde desde los cuartos de final de Roland Garros el año pasado delante Nadal.

En lo que llevamos de lapso, de hecho, solo el mallorquín y el ruso Daniil Medvedev en la final del Abierto de Estados Unidos de 2021 han conseguido derrotarle en el Grand Slam, donde se convirtió en el primer hombre en percibir los cuatro al menos en tres ocasiones. .

A sus 36 abriles, Djokovic se convierte en el campeón de Roland Garros de longevo antigüedad, desbancando por 18 días al Nadal del año pasado y a la aplazamiento de que el gachupin regrese el próximo año para poner fin a su carrera, ya ningún hombre está a su nivel.

La serbia supera a Nadal en número de grandes, pero además a la alemana Steffi Graf e iguala a la estadounidense Serena Williams. Su postrer horizonte es la australiana Margaret Court, que anotó 24 entre 1960 y 1973.

Djokovic llegó de puntillas a su séptima final de Roland Garros a escondidas, casi con miedo de impresionar demasiado con su enorme palmarés, sabiendo que el divulgado parisino no lo tiene en ingreso estima y que cualquier muestra de arrogancia solo podría empeorar las cosas.

Dejó que sus luceros vagaran por las gradas donde las estrellas del fútbol sonreían, Kylian Mbappé charlaba con Zlatan Ibrahimovic, Olivier Giroud bromeaba con Benjamin Pavard y la epígrafe del fútbol estadounidense Tom Brady vitoreaba desde el palco del serbio.

Su pernio temeroso se vio reflejado en el noruego, que se consagró al fondo del campo y puso en marcha su ritmo monótono, afinación que le permitió subir 3-0 y liderar la marcha, imponiendo su paso pausado, a tono con el turbación. que hizo sobresalir frentes en la haber francesa.

Ruud dictaba desde el fondo del campo, moviendo a su rival, intentando enmudecer sus armas, jugando con la trigonometría para silenciar la potencia del serbio.

Pero no inquietó, ni salvó los fantasmas de aquella final de 2021 en Nueva York cuando, camino a su gran salón ese mismo año, fue asustado por Medvedev.

Dio la impresión de que en cuanto el serbio apretara, el partido cambiaría de ritmo. Ruud estuvo a dos puntos de anotar su primer set contra el serbio en cinco juegos, pero careció del instinto criminal que ocasiones como esta merecen.

El noruego aguantó hasta el tie-break, pero allí su tapia se derrumbó como un castillo de barajas. Novak Djokovic hizo lo esencial, lo absolutamente necesario para poner la final de su costado, marcando su sexto play-off de seis partidos en este torneo.

Ha pasado por momentos complicados, como en las dos finales que ganó anteriormente, pero menos que delante Murray en 2016, cuando el anglosajón golpeó primero, y muy allí del de Tsitsipas hace dos abriles cuando el difícil ganó los dos primeros sets.

Belgrado se hizo más noble y el escandinavo se asustó cuando el pernio llegó al culminación de una final de Roland Garros. El elocuente del noruego ya no era tan preciso, ni sus piernas tan frescas, ni su vanguardia tan alerta.

El serbio anotó tres juegos seguidos y no necesitó forzar más, seguir sacando, al punto que inquieto por el calor del noruego, para estar a un set de la deleite.

Lejos de querer ponerse 6-0 como el año pasado delante Nadal, Ruud ha mantenido su ráfaga fiel a su estilo de pura tierra seguimiento, desde el fondo de la pista que le ha estimado nueve de sus diez títulos en esa superficie y más partes de ningún hasta ahora en esta lapso.

Hasta que Novak Djokovic dijo pespunte, puso la transmisión en vivo y dejó ir el padrino en el camino de la epígrafe.

Fuente: prórroga EFE

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