El presidente Jovenel Moïse fue asesinado en su residencia en la amanecer del 7 de julio de 2021. Un agrupación de hombres armados, integrado por 26 mercenarios colombianos y haitianos, irrumpieron en su residencia privada en Puerto Príncipe, haber de Haití, y lo mataron a tiros. Su esposa Martine Moïse incluso resultó herida en el ataque. El regicidio desató rápidamente inestabilidad y una crisis política y de seguridad en medio de crisis redundantes.

El ataque fue extremadamente violento y planeado, con ex militares usando armas largas y equipo táctico. Además, en videos de redes sociales tomados por ciudadanos se escucharon consignas en inglés y castellano. Lo que brindó a las autoridades una primera pista sobre quiénes fueron los responsables de una nueva tragedia para el país. Los mercenarios se hicieron advenir por agentes del Administración de Drogas de los Estados Unidos entrar y cometer el crimen.

Tras el regicidio se produjeron una serie de enfrentamientos y operativos de seguridad en Haití. Las autoridades haitianas implementaron medidas para emplazar y arrestar a los perpetradores, quienes no pudieron salir del país. En los días posteriores al crimen, se llevaron a final operaciones de búsqueda e incautación en Puerto Príncipe y sus alrededores. las fuerzas de seguridad haitiana confrontaron a los sospechosos, lo que resultó en la asesinato de tres perpetradores y la captura de los demás en una casa donde aún se ven los agujeros de bala, y que ahora se ha convertido en un negocio de lavado de autos.

Las múltiples crisis que azotan a la nación caribeña

Aunque el país ha estado afectado repetidamente por la violencia, esta es una de las crisis más significativas, según expertos que hablaron con la agencia de noticiero AP. La situación en Haití no ha hecho más que empeorar desde el crimen del expresidente en 2021.

Una serie de acontecimientos políticos, sociales y económicos ha poliedro empleo a una crisis humanitaria compleja y multidimensional en el país, particularmente en la haber, Puerto Príncipe.

Las denuncias de abusos sexuales, secuestros, asesinatos y emboscadas policiales se han convertido en mensaje diaria en la haber haitiana. Las pandillas han utilizado el caos político y el descontento sabido con el gobierno contemporáneo para consolidar aún más su poder. Más del 60% del haber está bajo el control total de estos grupos armados.

Hay más de 160.000 desplazados internos por la violencia de las pandillas en Port-au-Prince, según el postrer mensaje de Human Rights Watch. Muchos viven en las calles, en los principales parques de las ciudades o en campamentos de refugiados improvisados.

Capital de Haití controlada por grupos criminales

Rosy Auguste Ducéna, de la Red Nacional por la Defensa de los Derechos Humanos en Haití, habló con RFI y dijo en abril que hablarían del 100% del haber controlado por estos grupos criminales. Sin control sobre la violencia, muchos haitianos se han gastado obligados a huir de sus hogares.

Con un preocupante récord de al menos 1.446 muertes violentas en lo que va de 2023, Haití se enfrenta a una profunda crisis de seguridad..

Durante los primeros cuatro meses del año, los equipos móviles de Médicos Sin Fronteras informan activo atendido a un total de 7.781 personas afectadas por la violencia. Las tasas de homicidios, secuestros y ataques violentos registraron un incremento de 28% entre enero y marzo de este año respecto al postrer semestre de 2022, según el postrer mensaje de la Naciones Unidas.

El paso a servicios esenciales como la atención de la vitalidad física y mental, el agua y el saneamiento se ve gravemente afectado en toda la ciudad, especialmente en los barrios más afectados por la violencia. Los conflictos entre grupos armados rivales dificultan la libertado circulación de los ciudadanos y gran parte de la población vive en condiciones de extrema precariedad.

Un proceso contencioso sin respuestas

Desde entonces, el crimen de Moïse continúa rodeado de una investigación en curso y una descuido de avances significativos en la investigación de las mentes. La investigación sobre el autor intelectual del crimen se ha estancado, lo que genera inquietud y dudas sobre la impunidad y el futuro crítica en Estados Unidos.

Se reveló que un agrupación de mercenarios en su mayoría colombianos fueron los responsables del ataque a la residencia presidencial En Port-au-Prince, tres de ellos fueron asesinados días posteriormente de los hechos, uno fue extraditado a Estados Unidos y los demás se encuentran privados de su soltura a la prórroga de inteligencia y sentencia en una mazmorra de la haber haitiana. Además, un médico haitiano ha sido identificado como uno de los presuntos autores intelectuales del crimen.

La cooperación entre las autoridades haitianas y estadounidenses resultó en la delación de siete personas en Estados Unidos por su papel en el crimen. Entre los acusados ​​se encuentra Rodolphe Jaar, un ex narcotraficante haitiano que ha admitido su billete en el suministro de armas y municiones al agrupación de sicarios. John Joel Joseph, exsenador haitiano, incluso ha sido identificado como otro sospechoso secreto en el caso. Estos avances han permitido una longevo comprensión de los detalles del plan y las conexiones entre los autores.

Personajes secreto en los asesinatos de los prófugos de Jovenel Moïse

Si aceptablemente se han acabado avances en el arresto y la delación de varios sospechosos, personas secreto siguen prófugas, incluido Joseph Félix Badio, exfuncionario del Ministerio de Justicia. Las autoridades continúan sus esfuerzos para detener a estos sospechosos y llevarlos frente a la honestidad.

La oficina del fiscal de Port-au-Prince llamó al primer ministro Ariel Henry en septiembre de 2021 como parte de la investigación del crimen. Sin confiscación, Henry destituyó al entonces fiscal normal de la nación, Claude Bed-Ford, pocas horas posteriormente de su citación. El exfiscal normal le había dicho al magistrado a cargo del caso que había suficiente evidencia que comprometía al contemporáneo primer ministro para procesarlo y apañarse su delación.

El mengua de la política haitiana

A principios de enero, expiraron los mandatos de los únicos 10 senadores restantes, lo que dejó a un país de más de 11 millones de personas sin cargos electivos ni legisladores en la Cámara o el Senado. Ariel Henry, el primer ministro seleccionado por la comunidad internacional, ha concentrado todo el poder, a pesar de que la constitución haitiana estipula que debe activo un primer ministro y un presidente.

Henry anunció el 6 de febrero de este año la inauguración del llamado Alto Consejo de Transición (HCT). Una entidad que se creó con la intención de celebrar próximas elecciones. La formación del HCT debe, entre otras cosas, conducir a la formación del consejo electoral provisional, con el objetivo de organizar elecciones para revitalizar las instituciones democráticas. Sin un presidente de gobierno, el país no tiene instituciones.

Además, pidió elecciones creíbles y subrayó la menester de más ayuda humanitaria adecuado a la profunda pobreza y la descuido de paso a alimentos y agua. Expertos señalan que la violencia contemporáneo dificulta la realización de elecciones.

La corrupción revelada tras el regicidio

Este caso ha suscitado interrogantes sobre la corrupción y la impunidad en Haití. La determinación de los móviles del crimen y la captura de los prófugos son pasos fundamentales para avalar la honestidad y la rendición de cuentas. Se prórroga que los juicios de los acusados ​​en Estados Unidos comiencen en los próximos meses, lo que brindará más información sobre la planificación y ejecución del crimen.

Los medios locales destacan que es importante señalar que Moïse fue un presidente controvertido y, aunque algunas personas no estuvieron de acuerdo con sus acciones, su asesinato ocurrió en circunstancias inquietantes y absurdas. Por eso, incluso exigen honestidad para el expresidente, independientemente de sus opiniones políticas.

Esto no solo ayudaría notablemente a resolver el caso, sino que incluso fortalecería el estado de derecho en Haití y ayudaría a alertar la impunidad de los delitos que ocurren en el país caribeño y mejoraría la tan esperada estabilidad del país.

Mientras tanto, el país continúa enfrentando una creciente tensión política, económica y social que ha resultado en que los ciudadanos tomen su propia honestidad contra los pandilleros, un movimiento conocido como Bwa col rizada. El espejo de una sociedad en crisis y sin explorador.