Han pasado dos abriles desde el crimen del expresidente Jovenel Moïse. Embajador adjunto de Rusia a Naciones Unidas advierte que las intervenciones extranjeras han hecho más daño que aceptablemente Haití.

Representantes diplomáticos de Rusia y China se mostraron escépticos frente a el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas respecto al despliegue de una fuerza internacional en Haití, informaron este viernes diversos medios.

Algunos ven una fuerza multinacional como una panacea, cuando la historia muestra que tales intervenciones extranjeras han hecho más daño que aceptablemente a Haití.

Embajador adjunto de Rusia, Dmitri Polianski.

En ese sentido, el diplomático invitó a escuchar otro tipo de voces en Haití que apoyan otras alternativas en medio de la severo crisis de seguridad que vive la nación caribeña.

Las declaraciones se producen posteriormente de la cita.del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, sobre la formación inmediata de una fuerza marcial extranjera para combatir bandas armadas.

«No es para una ocupación política o marcial de las Naciones Unidas, sino para una fuerza multinacional robusta, desplegada por la comunidad internacional y actuando de la mano de la policía haitiana», dijo Guterres.

Por su parte, el embajador chino, Zhang Jun, pidió un prospección más profundo de la situación para proponer otras iniciativas, recordando que los haitianos deben lanzarse su propio destino.

Hemos pabellón departir mucho en apoyo de esta fuerza, pero ningún país ha anunciado acciones concretas, por lo que parece que será necesario un estudio más profundo antiguamente de conmover a una propuesta viable.

Zhang junio.

En octubre pasado, el gobierno de Haití encabezado por el primer ministro Ariel Henry presentó una solicitud de ayuda a través de una fuerza multinacional. Hasta el momento, ningún país se ha ofrecido directamente a ejecutarlo.

Los debates de la víspera por el Consejo de Seguridad coinciden con el segundo aniversario del crimen del expresidente haitiano Jovenel Moïse, consumado el 7 de julio de 2021 por un comando de mercenarios fuertemente armados, en su mayoría colombianos, hecho que ha profundizado la crisis a la que enfrenta esa nación caribeña.