Roma.- El suicidio de tres presos en Italia durante este fin de semana, dos mujeres en una calabozo de Turin (septentrión) y un hombre en Calabria, ha vuelto a sacar a relucir los problemas de algunas prisiones italianas como la carencia de personal, el aglomeración de los reos y la error de programas en vigor mental.
«Nuestra orientación institucional es la reeducación y no se puede hacer sin espacios y con escasez de personal», reconoció el ministro de Justicia, Carlo Nordio, quien viajó el sábado de guisa urgente a la calabozo de Turín tras conocerse la asesinato de dos presas el mismo día.
La comunicación de otro fallecimiento, este domingo, de un hombre de 44 abriles que presuntamente se quitó la vida en su celda de la prisión de Rossano (Calabria), ha puesto aún más el foco en las condiciones de los centros de prisión.
Recibe «la máxima atención»
El ministro afirmó que es un asunto que recibe «la máxima atención» del Ejecutivo. Admitió ser consciente de que la policía penitenciaria sufre «graves carencias de personal y dificultades operativas».
«He visitado muchas prisiones italianas y he gastado lo bueno y lo malo. Sé que Turín está en una situación muy crítica», dijo en declaraciones recogidas por el diario turinés La Stampa.
El viernes por la tinieblas se conoció el fallecimiento de una mujer nigeriana de 42 abriles. Era del pabellón afeminado de la prisión de Lorusso y Cutugno en Turín.
Según los trabajadores, la mujer, condenada por delitos relacionados con la comercio de seres humanos, llevaba semanas renunciando a engullir y succionar. Solo pedía ver a sus hijos y consorte. Aunque la instalación nunca activó un protocolo por huelga de penuria ni inició ningún tipo de terapia.
Suicidios y vigor mental
A las pocas horas se supo de la asesinato de otra reclusa en el mismo pabellón. Esta vez una mujer de 28 abriles. Italiana y condenada por una serie de hurtos que se encontraba interna en la división de vigor mental.
Su causa afirmó este fin de semana que en la última conversación escuchó proponer a la mozo «mamá, no puedo más».
«El Estado no abandona a nadie, lamentablemente el suicidio en prisión es un obstáculo que aqueja a todos los países del mundo y muchas veces es impredecible». Señaló el ministro tras confirmar que el Gobierno estudia reconvertir algunos edificios en nuevos pabellones penitenciarios para dar más espacio, interno y foráneo, a los reclusos.
Las críticas, sin bloqueo, no han cesado.
Los abogados de la mujer nigeriana denuncian que su estado físico y mental nunca fue notificado al fiador de los presos. Mientras que la prensa particular recuerda que hace menos de dos meses, el 29 de junio, otra reclusa se quitó la vida días ayer de su fuga. Lo que da una señal sobre la error de audiencia psicológica en las instalaciones.
«La prisión de Turín ha adquirido las características de los círculos de Dante tanto para los reclusos como para el personal», apuntó Leo Beneduci, el secretario militar de la ordenamiento sindical penitenciaria Osapp.
Hace precisamente un año, la Fiscalía de Turín abrió una investigación a funcionarios penitenciarios, médicos y otros cargos por torturas físicas y psíquicas. Mientras que en otro procedimiento ayer fueron denunciados 25 individuos por malos tratos a presos