sábado, noviembre 23
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Chile rechazó masivamente la reforma de la Constitución

CHile rechazo constitucional

Una nueva Constitución sí, pero no esta.

Ese es el mensaje que dio este domingo Chile al rechazar ampliamente la propuesta de una nueva Constitución.

Con el 99,4% de las mesas escrutadas y una histórica participación de 13 millones de personas -el voto era obligatorio en el referendo-, el «rechazo» obtuvo casi un 62% de votos por el 38% del «apruebo».

La victoria del «rechazo» mantiene así abierto el cambio constitucional, que se había presentado como solución para resolver las tensiones del estallido social de 2019, pero queda por ver cómo seguirá ahora el proceso.

Tras aprobar redactar una nueva Constitución (en 2020) y elegir a los miembros de la Convención para escribirla (en 2021), el país decidió finalmente a través de un plebiscito obligatorio este domingo rechazar la Carta Magna propuesta.

Con la victoria del «rechazo», la Constitución de 1980, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada de forma parcial en democracia, seguirá vigente.

El resultado de la Convención, compuesta de forma paritaria por mujeres y hombres, fue un texto que consta de 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias que fue ampliamente rechazado.

Conforme fue trabajando la Convención, que generó diversas polémicas, y tras conocerse el texto propuesto se agudizó la división en el país, que en 2020 votó por una abrumadora mayoría de casi el 80% por cambiar la Constitución de 1980.

Las otras alternativas presentadas para el cambio constitucional, las críticas al texto, sobre todo a cuestiones como la autonomía de los pueblos indígenas, y el trabajo de la Convención son algunas de las razones que explican el resultado de este domingo, calificado como «contundente» por el presidente, Gabriel Boric.

El carácter plurinacional del Estado, el derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en la propuesta constitucional que generaron más animadversión entre la ciudadanía.

Un ciudadano festeja el resultado del rechazo a la propuesta de la nueva Constitución en Chile.

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

El «rechazo» al nuevo texto se impuso en las 16 regiones del país, incluidas la Metropolitana, que alberga la capital.

La coalición de gobierno que lidera Boric había propuesto cambios incluso si la Constitución se aprobaba, en un intento de mitigar los miedos de los partidarios del «rechazo» ante ciertas propuestas del texto que veían como «radicales» y «extremas», pero no fue suficiente para convencer a los electores.

«El pueblo chileno no quedó satisfecho con las propuestas y ha decidido rechazarlas de manera clara. Esa decisión exige a las instituciones trabajar con más empeño y diálogo hasta arribar a una propuesta que dé confianza y nos una como país «, dijo la noche de este domingo Boric, elegido como presidente en diciembre de 2021.

Bandera de Chile frente a la casa de gobierno.

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

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6 grandes cambios propuestos en la nueva Constitución rechazada por los chilenos

  • De «República Democrática» a «Democracia Paritaria», en la que las mujeres ocuparían al menos el 50% de todos los órganos del Estado.
  • De la omisión indígena a definir a Chile como un «Estado plurinacional e intercultural», reconociendo 11 pueblos y naciones.
  • De «La ley protege la vida del que está por nacer» a «Asegurar condiciones para embarazo, interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos».
  • De prescindir del Estado siempre que el privado pueda a un «Estado social y democrático de derecho» que debe proveer bienes y servicios para asegurar los derechos de las personas.
  • Establecía el agua como bien «inapropiable».
  • Eliminaba el Senado y creaba dos Cámaras de poder «asimétrico»: un Congreso de Diputados y Diputadas para la formación de leyes (con al menos 155 integrantes), y una Cámara de las Regiones acotada a las leyes «de acuerdo regional».
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Análisis de Paula Molina, Santiago de Chile

El contundente triunfo del rechazo en el plebiscito de «salida» chileno, que sumó más del 60% de los votos, cierra el itinerario diseñado en el Congreso en noviembre del 2019 como respuesta al estallido social de octubre de ese año, pero no implica el fin del proceso constituyente chileno.

A la luz del 80% que votó a favor de cambiar la Constitución de 1980 en el plebiscito de «entrada» del proceso, en 2020, el presidente Gabriel Boric reiteró la noche del referéndum su compromiso a trabajar con el Congreso y la sociedad civil en un nuevo itinerario constituyente.

Para hacer eso posible, el primer mandatario enfrentará ahora el desafío de coordinar las negociaciones entre el gobierno, el Congreso, y los partidos que impulsaron el rechazo.

El mandatario deberá impulsar el diálogo tanto al interior de la coalición de izquierda que lo sustenta -formada por el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Socialismo Democrático-, como con las colectividades que impulsaron el rechazo.

En este grupo, que salió fortalecido tras el rotundo porcentaje del rechazo, se cuentan tanto partidos de derecha que en el pasado resistieron las modificaciones más importantes a la Constitución de 1980, como representantes del centro y la izquierda que fueron parte de los gobiernos de la transición democrática, cuyo legado de «30 años», ha sido reiterado objeto de críticas por el oficialismo.

El resultado del proceso electoral, que tuvo niveles récord de participación electoral, no deja lugar a dudas sobre la mirada crítica que primó en la mayoría del electorado frente a la propuesta que redactó la Convención Constitucional.

El órgano fue integrado principalmente por independientes, y contempló la paridad entre hombres y mujeres además de escaños reservados.

La decisión de formar una nueva Convención, y las reglas para su conformación y desarrollo es una de las interrogantes que se deberán resolver en las conversaciones de los próximos días.

La victoria del «rechazo» y la amplitud de la diferencia supone una derrota para el gobierno a seis meses del inicio de la presidencia, en un momento en el que Boric ha ido perdiendo popularidad en un clima marcado por la inseguridad y la inflación.

«No olvidemos por qué llegamos hasta aquí: el malestar sigue latente y no podemos olvidarlo», agregó Boric, que prometió liderar «un nuevo itinerario» para llegar a un texto «que logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana».

«Llamo a todas las fuerzas políticas para poner a Chile por delante y a acordar a la brevedad un plazo de un nuevo proceso constitucional. Congreso nacional deberá ser el gran protagonista, añadió y anunció cambios en su gobierno.

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Rechazo.

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«La decisión de dotarnos de una nueva Constitución sigue vigente», dijo la diputada comunista Karol Cariola tras conocerse los resultados.

Partidos y voceros de centroizquierda, así como de la derecha opositora que promovía el «rechazo», se han comprometido a negociar para elaborar un nuevo texto o para modificar el texto actual, aunque aún se desconoce cómo será el proceso.

Una Constitución «identitaria»

El «rechazo» al texto había congregado apoyos transversales de diferentes sectores políticos, preocupados por cuestiones como la plurinacionalidad, dado que el texto constitucional reconocía la autonomía de los pueblos indígenas, o el temor por una supuesta pérdida del derecho de propiedad, entre otras cosas.

«La Constitución fue muy identitaria, hubo una especie de resistencia, de rechazo, a un texto que parecía darle a los pueblos originarios una preeminencia que nunca habían tenido en Chile y un rechazo muy puntual a la gestión de Boric, que tiene que ver con orden público y con la economía», dijo a la agencia Reuters el analista político Cristóbal Bellolio.

Ciudadanos festejan el resultado del rechazo a la propuesta de la nueva Constitución en Chile con un cartel que dice "Nuestra libertad sigue intacta".

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Los partidarios del «rechazo» celebraron el triunfo en las calles del país.

«Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar», dijo el líder de la campaña del «rechazo», Claudio Salinas.

«La propuesta hacía daño a la patria», dijo José Antonio Kast, el político de derecha que perdió la segunda vuelta de las elecciones en diciembre de 2021 ante Boric y que es uno de los portavoces del «rechazo».

«El proceso constituyente ha fracasado», agregó.

En una de las primeras reacciones, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de izquierdas y muy cercano a Boric, lamentó el triunfo del «rechazo» y escribió en twitter: «Revivió Pinochet».