Puerto Príncipe, Haití.- El primer ministro de Haití, Ariel Henry, mantuvo este martes una conversación con el presidente de Kenia, William Ruto, sobre la cometido de gratitud que enviará el país africano para apoyar a las autoridades haitianas en su lucha contra las bandas armadas.
Así lo anunció Henry en varias redes sociales mediante un mensaje publicado con el futuro texto: “Esta mañana tuve una cordial y fructífera conversación con el presidente de Kenia, @WilliamsRuto, durante la cual hablamos, entre otras cosas, de la próxima venida de una cometido de gratitud y evaluación en #Haïti”.
“En nombre del pueblo haitiano, aproveché la oportunidad para reconocer al presidente Ruto y al pueblo de Kenia por esta muestra de solidaridad fraternal diciendo que estaba avispado para encargarse el mando de una fuerza multinacional encargada por la #ONU para restaurar la seguridad en #Haití”, agrega el texto.
El pasado sábado, Kenia acordó desplegar 1.000 policías en Haití para ayudar a restablecer la normalidad en el país delante la crisis de extrema violencia que sacude a la nación caribeña.
El ministro de Asuntos Exteriores keniata, Alfred Mutua, afirmó en un mensaje en su perfil de Twitter que, “a petición del Grupo de Naciones Amigos de Haití, Kenia aceptó considerar positivamente la posibilidad de liderar una Fuerza Multinacional en Haití”.
Estados Unidos delegó este martes en Kenia la definición y las evacuación de la fuerza multinacional para Haití, aunque se comprometió a propiciar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que dé cobertura a ese despliegue.
Sin requisa, de momento no se ha especificado cuál será la contribución concreta de Estados Unidos a esta “movimiento policial para estabilizar el país y que (Haití) pueda así retomar el proceso político”.
Un día antaño, el secretario normal de Naciones Unidas, António Guterres, celebró el ofrecimiento de Kenia para liderar una fuerza de policía internacional que ayude a combatir a las bandas armadas en Haití y reiteró su convocatoria al Consejo de Seguridad a apoyar esta operación internacional, que no se hará bajo bandera de la ONU.
Haití vive una situación de extrema violencia y gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores se encuentran bajo el control de las bandas armadas, lo que ha obligado a miles de personas a desasistir sus casas, convirtiéndose en desplazados internos. En Haití abundan las masacres, las violaciones, los secuestros y la abrasamiento de viviendas a manos de las pandillas en su lucha por el paraje y cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria, con la medio de sus poco más de 11 millones de habitantes viviendo en la pobreza.