Washington, Estados Unidos. – Él ex-presidente Donald Trump viajaba a Florida el lunes antiguamente de una importante audiencia en un tribunal federal por cargos de acaparamiento ilegal de documentos clasificados y obstaculizó los esfuerzos del Departamento de Justicia para recuperarlos.

La reunión del martes por la tarde en Miami marcará la segunda aparición de Trump desde abril delante un togado por cargos penales. Pero a diferencia del caso de Nueva York, que algunos analistas legales han ridiculizado como relativamente trivial, el primer querella del Departamento de Justicia contra un expresidente se comercio de conducta. Según los fiscales, puso en peligro la seguridad doméstico, con cargos de espionaje que conllevan la posibilidad de una sentencia de prisión significativa.

Antes de su cita en la corte, él y sus aliados intensificaron los intentos de socavar el caso penal en su contra y provocar protestas. Donald Trump ha intensificado la retórica contra el fiscal exclusivo del Departamento de Justicia que presentó el caso, llamando a Jack Smith «trastornado» mientras repetía sus afirmaciones de que fue objeto de persecución política sin pruebas. E incluso cuando sus partidarios acusan al Departamento de Justicia de arremeter contra él. Trump prometió el lunes que, de ser favorito para un segundo mandato, nombraría un fiscal exclusivo para investigar al presidente Joe Biden y su tribu.

Trump abordó un avión en Newark, Nueva Jersey el lunes por la mañana para recorrer a Miami. Con un traje azur umbrátil y una corbata roja, hizo un rápido saludo antiguamente de enfrentarse.

El martes, animó a sus seguidores a unirse a una protesta planificada en el audiencia de Miami. Donde tendrá que indisponer cargos y entregarse a las autoridades.

“Mira, nuestro país debe protestar. Tenemos muchas razones para protestar. Lo hemos perdido todo”, dijo.