Ecuador marcó un precedente a nivel mundial, al osar mediante un plebiscito detener la explotación de petróleo de uno de sus mayores yacimientos, situado en el Parque Nacional Yasuní, al que se le considera el corazón de la Amazonía ecuatoriana y uno de los epicentros mundiales de biodiversidad.

Con casi un 58 % de los votos escrutados, el 59.14 % de los ecuatorianos votó «Sí» a cesar las operaciones del Bloque 43-ITT frente al 40.86 % que votó «No» a detener la actividad del depósito que opera la empresa estatal Petroecuador.

El resultado constituye un definitivo triunfo de Yasunidos, el colectivo ambientalista que impulsó esta consulta doméstico con el objetivo planteado por ellos de proteger el Yasuní, un ámbito extremadamente sensible a cualquier derrame de crudo, y además a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario que habitan en el Parque Nacional.

También es una vencimiento para el movimiento indígena, que se había manifestado mayoritariamente a patrocinio del «Sí», en exclusivo el pueblo indígena de los waorani, la etnia más numerosa que habita el Yasuní, una ámbito natural protegida de un millón de hectáreas de extensión.

En el interior de esta reserva natural se han enemigo más de 2,000 especies de árboles y arbustos, 204 de mamíferos, 610 de aves, 121 de reptiles, 150 de anfibios y más de 250 de peces, y además es el hogar de los tagaero, taromenane y dugakaeri, pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

Con este resultado se abre un período de incertidumbre para el país, que deberá prescindir de un depósito donde se producen a diario 55,000 barriles de petróleo, lo que equivale al 11 % de la producción doméstico de crudo, uno de los granes pilares de la pertenencias ecuatoriana.

Un año de plazo

De acuerdo al resolución de la Corte Constitucional que dio luz verde a la realización del plebiscito, el Estado tiene un año de plazo para desmantelar las instalaciones, un tiempo que, según Petroecuador, es materialmente inverosímil por los trabajos y protocolos que hay que aplicar para cerrar pozos y desarmar estructuras.

Según los cálculos del Gobierno, el cese de operaciones en el Bloque 43-ITT causará un perjuicio al Estado de 1.200 millones de dólares al año en beneficios por la liquidación del crudo, lo que en el periodo de 20 primaveras puede ascender a 13.800 millones de dólares.

Las estimaciones del Ejecutivo además contempla un coste de 500 millones de dólares para desmantelar unas instalaciones cuya construcción costó cerca de 2.000 millones de dólares.

Sin retención, los colectivos ecologistas mantienen que el impacto crematístico será mucho beocio y que la operación de un crudo pesado como el de Yasuní puede dejar de ser rentable en pocos primaveras a medida que descienda el precio del petróleo, por lo que creen que esos ingresos podrían compensarse con un impuesto a la riqueza.

Estándares ambientales

Petroecuador siempre sostuvo que, desde el inicio de operaciones en el año 2016, la explotación del Bloque 43-ITT se había llevado con los más altos estándares ambientales para preservar el sensible entorno ambiental en el que se encuentra.

Entre las técnicas aplicadas estaba la extracción en racimo, de modo que desde una misma plataforma partían pozos en múltiples dirección, en oportunidad de construir múltiples plataformas por cada pozo, lo que aumentaría el ámbito de deforestación, lo que hace que las instalaciones ocupen escasamente 80 hectáreas.

Hasta ahora no se había reportes sobre derrames de crudo al medioambiente procedentes de las instalaciones del Bloque 43-ITT, el más fresco y productivo del Yasuní, pues en el interior del Parque Nacional se produce petróleo desde los primaveras 80 en los Bloques 16, 31 y 67, a los que no afecta esta consulta.

La marcha de votación se desarrolló en coincidencia con las elecciones generales extraordinarias.

La votación se llevó a lugar sin incidentes de importancia, omitido problemas en la plataforma informática para el voto telemático de los ecuatorianos empadronados en el extranjero que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue objeto de ciberataques de países como India, Bangladesh, Pakistán, Rusia, Ucrania, Indonesia y China.

El cese de operaciones del Bloque 43-ITT recaerá sobre el próximo Gobierno, que saldrá favorito de la segunda dorso de las elecciones presidenciales que disputarán la correísta Luisa González y el señorita patrón Daniel Noboa.

Fuente: EFE