En medio del ajetreo preelectoral que vive el país, los resultados recién divulgados de la Encuesta Gallup-RCC han dejado en estado de trance a sectores de la oposición al establecer que el presidente Luis Abinader superaría a Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo, en la primera vuelta electoral de 2024. Igualmente, que, en el caso de pasar a una forzada segunda ronda en las elecciones de mayo venidero, Abinader derrotaría a cuál fuere su contrincante, entre Leonel Fernández o Abel Martínez.
Esto ha causado un gran apuro en la dirección de la Fuerza del Pueblo cuyo presidente y seguro candidato presidencial garantizó el 27 de agosto en Azua que ganaría las elecciones en primera vuelta, confiado en un padrón que promete registrar a 2 millones de inscritos. El problema para Fernández es que la encuesta Gallup no solo le tumba ese propósito, sino que, al plantear un escenario comparativo de posibilidades entre tres candidatos, en segunda vuelta, Abinader termina como favorito con una intención de votos del 45.9%.
Luego, otro golpe severo llega cuando se presenta a los encuestados el escenario de una segunda ronda entre Abinader y Fernández, dejando de resultados que el jefe de Estado ganaría con un 56.3% y el candidato de la Fuerza del Pueblo obtendría solo un 36.5%.
Desde que salió el sondeo de la reputada empresa encuestadora, Fernández cambió su discurso y, de su eufórico optimismo de ganar en primera vuelta, pasa bruscamente a decir ahora que liderará un frente opositor para triunfar, una clara revelación de que no tiene los votos para su meta. Esto se refuerza con el hecho de que fue a menos de 24 horas de conocerse la encuesta de la Gallup, cuando la Fuerza del Pueblo y su presidente empezaron a anunciar la integración de una estructura opositora para 2024 algo sobre lo que, desde la fundación de ese partido, ni siquiera se insinuaba en público.
También, tras conocerse los resultados del sondeo de opinión, Fernández le restó credibilidad y, fiel a esa línea, la Fuerza del Pueblo trazó una campaña de distorsiones a través de una cadena de medios y redes sociales para recuperarse de los efectos.
Se estima que el afán del líder político de solidificar un frente de oposición, cuando antes solo hablaba de ganar en primera vuelta, haciendo gala de millares de inscritos en su padrón electoral, es una muestra de que no tiene los números para ganar. Todo indica que el muestreo de la Gallup cerró ese camino trazado por el expresidente, quedando evidente cuando se registra que un 56% de los entrevistados opina que Abinader es el candidato que sacará más del 50% de los sufragios y, en consecuencia, ganará en primera vuelta.
Solo un insuficiente 25.6% vio ganador a Fernández en una hipotética primera vuelta, mientras un 13.1% contestó a favor de Martínez, éste último en estado de decaimiento progresivo y sin esperanzas, especialmente vapuleado por los escándalos de corrupción que arrastran los pasados gobiernos de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Fernández, según la encuesta, se adjudicó un 27.9% de los encuestados que aseguraron que votaría por la Fuerza del Pueblo, mientras un 19.9% lo haría por Abel Martínez, del PLD. En el caso de Fernández, tiene en su contra un rechazo de más de un 37%.