lunes, septiembre 30
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Honduras: asciende a 46 el número de presos muertos en motín

Honduras: suben a 46 las reclusas muertas en motín

  • Muchos quemados vivos, otros baleados o apuñalados.

Egucigalpa.- Varios presos Salieron de sus celdas, mataron a los guardias de la prisión, fueron a la celda de una pandilla rival, comenzaron a matarlos y luego incendiaron el circunstancia. La principal prisión de mujeres de Honduras Se ha transformado en el marco de una exterminamiento en la que murieron al menos 46 mujeres, informó este miércoles Ministerio Público e Medicina Forense.

Los videos difundidos por el gobierno del interior del penal de Tamara, enclavado a unos 50 kilómetros al noroeste de Tegucigalpa, mostraban varias pistolas, muchos machetes y otras armas blancas halladas tras la revuelta. El fuego dejó las paredes de las celdas ennegrecidas y las literas reducidas a barras de metal retorcidas.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, dijo que el pronunciamiento fue «planeado por las pandillas a la olfato y con la paciencia de las autoridades de seguridad» y tras anunciar «medidas drásticas» destituyó al ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, y lo reemplazó por Gustavo Sánchez, quien fue hasta ahora director común de la Policía del Estado.

Quejas de Reclutamiento

Los reclusos se habían quejado durante semanas de que los pandilleros, a quienes identificaron como Barrio 18, los amenazaban. Las amenazas se llevaron a lengua el martes por la mañana.

“Todo ha sido resaltado por las cámaras de seguridad”, dijo Miguel Martínez Madrid, portavoz de seguridad, tras anunciar la detención de una decena de atacantes. Según explicó, se ve a los presos sometiendo a la policía, quitándoles las llaves, poniendo candados nuevos en las celdas de sus rivales y usando armas de fuego.

Juan López Rochez, patrón de operaciones de la Policía Nacional, dijo a Associated Press que los atacantes comenzaron a disparar a sus enemigos desde el extranjero de sus celdas y que, según las primeras investigaciones, seguidamente rociaron el circunstancia con un neto inflamable al que han tumbado fuego fuego.

Muchos de los detenidos lograron salir y fueron atacados con armas blancas, agregó.

Las autoridades se negaron a identificar a la facción de atacantes hasta que continuara la investigación.

Rochez agregó que se incautaron más o menos de 22 armas, incluido un rifle AR-15, dos Uzis y dos granadas de fragmentación, y dijo que estaba investigando cómo ingresaron estas armas a la prisión, que albergaba a más de 900 mujeres. También se investiga el papel que jugaron los agentes que custodiaban el circunstancia. «Obviamente tiene que suceder un fracaso humano».

El motín es la peor tragedia en un centro de detención de mujeres en América Central desde 2017, cuando 41 niñas en un albergue para jóvenes con problemas en Guatemala murieron a posteriori de prender fuego a los colchones para protestar contra las violaciones y otros malos tratos allí.

El hecho más mortífero en un penal centroamericano en un siglo asimismo ocurrió en Honduras en 2012 en el penal de Comayagua, donde 361 reclusos murieron en un incendio.

Al menos siete detenidos fueron trasladados tras el hecho a un hospital de Tegucigalpa con heridas de bala y arsenal blanca, dijeron autoridades del Hospital Escuela. El martes por la perplejidad, los voceros del centro de salubridad dijeron que dos habían sido dados de inscripción y que los demás estaban estables.

tragedia anunciada

Era una tragedia anunciada, dijo Johanna Paola Soriano Euceda, quien esperaba fuera de la morgue de Tegucigalpa parte de su causa, Maribel Euceda, y su hermana, Karla Soriano. Ambos fueron juzgados por narcotráfico pero recluidos en la misma zona que los condenados.

Soriano Euceda dijo que su causa le dijo el domingo por teléfono que «las niñas (miembros de la pandilla Barrio 18) estaban desaparecidas, que viven discutiendo con ellas y no nos hemos hablado».

Otra mujer, que no quiso revelar su nombre por temor a represalias, dijo que esperaba parte de su amiga Alejandra Martínez, de 26 primaveras, detenida en el módulo uno y acusada de robo.

“El domingo, la última vez que la vi, me dijo que los 18 (del Barrio) los habían amenazado y que si no entregaban a un acostumbrado los mataban”.

Las pandillas a veces requieren que sus víctimas «entreguen» a un amigo o pariente dando su nombre, dirección y descripción para que los pandilleros luego puedan encontrarlos y secuestrarlos, robarlos o matarlos.

Los funcionarios describieron los asesinatos como un «acto terrorista» y reconocieron que las pandillas se habían comisionado esencialmente de partes de la prisión.

Viceministra de Seguridad: estalló motín en respuesta a acciones del gobierno

Julissa Villanueva, viceministra de seguridad y jefa de prisiones, sugirió que el pronunciamiento se inició en respuesta a las acciones del gobierno para liberar a las cárceles del poder del crimen organizado y aseguró que «en ningún caso permitirán ataques o sabotajes» por parte de «organizaciones criminales que secuestraron el sistema penitenciario de este país».

“No nos rendiremos”, subrayó en una publicación televisada tras el motín. «No negociaremos».

Como explicó a AP Joaquín Mejía, purista del Equipo Jesuita de Reflexión, Investigación y Comunicación en Honduras, dos de los mayores problemas de las cárceles hondureñas son el desaliño que sufren por parte de las autoridades y la capacidad de control interno de las cárceles. .

Aunque el gobierno de Castro ha anunciado una intervención para cambiar esta situación, la revuelta de Támara pone en evidencia el fracaso de los esfuerzos por depurar la policía penitenciaria y evitar el ingreso de drogas o armas a las prisiones.

Mientras tanto, continuaba la onerosa tarea de tratar de identificar los cadáveres, algunos calcinados.

En las suburbios de la morgue, el nerviosismo cundía mientras algunos cuerpos en bolsas blancas eran trasladados de un contenedor a un radio techada donde se practicaban las autopsias y otros cuerpos ya identificados comenzaban a ser entregados a las familias. Algunos, desesperados, han sido asistidos por personal inodoro para poder sobrellevar el momento.

El pronunciamiento del martes podría aumentar la presión sobre Honduras para porfiar las prisiones draconianas de tolerancia cero y privilegios cero establecidas en el vecino El Salvador por el presidente Nayib Bukele.

A pesar de que la represión de las pandillas en El Salvador ha legado circunstancia a violaciones de derechos humanos.

«Uno de los peligros graves es la ‘bukelización’ de la política de seguridad del país, con todo lo que eso conlleva», dijo Mejía.

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