domingo, noviembre 10
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La difamación como negocio

Hemos visto como en los últimos años ha crecido en Dominicana el número de “periodistas”/influencers de redes sociales quienes, publicando chismes e informaciones falsas, han logrado hacer un negocio de la difamación, chantajeando a empresarios, políticos, funcionarios e incluso a periodistas.

Este es el caso de Aquiles Jiménez, al que muchos conocen por su relación con Cesar el abusador pero quien ha hecho del chantaje su negocio.

Algunos de los chantajeados han preferido pagarle para que borre sus mentiras que llevarlo a la justicia. Sin embargo, hemos podido confirmar que algunos de los chantajeados sí han tomado la vía legal y así es como Aquiles ha recibido incluso condenas.

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En junio del 2022, la Cuarta Sala Penal del Distrito Nacional condenó al imputado Aquiles Jiménez, tras ser encontrado culpable de difamación fue condenado a tres meses de arresto domiciliario.

Si la justicia ya ha tomado medidas en contra de este tipo de chantaje puede hacerlo una vez más. En vez de darle gasolina al negocio de extorsión de Jiménez, sus víctimas deberían considerar llevarlo a la justicia.

 Modus operandi de un extorsionador

El modus operandi se basa en tres etapas, previamente les avisa a sus víctimas que va a difamarlos con información falsa intentando sacar rédito antes de hacer las publicaciones difamatorias, de recibir una respuesta negativa de sus víctimas procede a publicar, entra en la segunda fase subiendo los precios a su extorsión y la última etapa es  aumentar el volumen y periodicidad de sus publicaciones para presionar a los difamados, algunos caen en la trampa  pensando que es más costoso dejar las mentiras publicadas que ignorar las publicaciones, pero la gran mayoría ya lo ignora porque saben de sus escasa credibilidad. De hecho, le preguntas a cualquier periodista con reputación sobre Jiménez y te dicen : “ ese un loco”.

Otra parte de su operación -que hemos estudiado para realizar este artículo- es crear cuentas anónimas o falsas en redes sociales para amenazar públicamente a sus blancos u objetivos, actualmente opera en twitter e instragram con el apoyo de cuentas que realizan ataques coordinados.

Dos de sus cuentas de instagram han sido cerradas por la red social debido a la innumerable cantidad de calumnias que había publicado en esta red social.

Hay una larga lista de personas que han sido afectadas por su esquema de chantaje, lo preocupante es que todo está basado en mentiras. Decimos preocupante porque en la búsqueda de sonido y views del extorsionador hay incautos que pueden creer las calumnias que publica. Para una sociedad que se alimenta de lo que es trendy en redes sociales, es muy importante el hecho de haber desenmascarado a un delincuente digital, el daño que causa no ha sido subsanado con tres meses de condena, pero es muy importante que nuestro país se entere que este pirata de internet sigue publicando fake news con la única intención de extorsionar y chantajear a los agraviados.

La creación de cuentas anónimas y falsas para simular apoyo deja en evidencia que sus publicaciones no son tomadas en cuenta por la mayoría de los dominicanos, la diversidad al escoger sus objetivos sin ningún tipo de pruebas resulta en una total falta de credibilidad, esto nos deja una enseñanza importante para no dejarnos llevar por chismes y manipulaciones de personajes turbios como este.

Jiménez hoy en día continúa con su negocio del chantaje aparentemente ignorando el precedente de que la justicia ya lo ha alcanzado en el pasado.