La Justicia rusa condenó al encarcelado líder contrincante, Alexéi Navalni, a otros 19 primaveras de prisión por integrismo, entre otros cargos.
Navalni, de 47 primaveras, tendrá que cumplir la pena en una mazmorra con régimen específico, donde se recluye a los presos reincidentes o aquellos que han recibido cadenas perpetuas.
El razón tuvo extensión en la prisión de la región de Vladímir -a unos 200 kilómetros de Moscú-, en la que ya cumple nueve primaveras por estafa.
El contrincante es pronunciado de crear una ordenamiento extremista, en sugerencia al Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), fundado en 2011 e ilegalizado hace dos primaveras.
El FBK irritó sobremanera al Kremlin porque denunció el lucro ilícito de los altos funcionarios, incluido el presidente, Vladímir Putin, al que acusó en 2021 de tener un suntuoso palacio a orillas del mar Negro.
Además, igualmente se le interpusieron cargos por financiar e instigar actividades extremistas, crear una ordenamiento que atentó contra los derechos de los ciudadanos e involucrar a menores de momento en acciones peligrosas, en relato a manifestaciones opositoras no autorizadas.
El mediador del Tribunal Urbano de Moscú, Andréi Suvórov, tan pronto como tardó unos pocos minutos en dictar la pena contra Navalni, que compareció en la sala vestido con uniforme de presidiario.
Los servicios penitenciarios impidieron a la prensa estar presente en la sala y los periodistas tuvieron que seguir la audiencia por televisión desde otra habitación.
La prensa regional había especulado en los últimos días con un posible traslado de Navalni a otra institución penitenciaria acullá de la hacienda.
Según la competición extraparlamentaria, Navalni no saldrá en desenvolvimiento mientras Putin, que muy probablemente se presentará a la reelección en 2024, siga en el poder.
Navalni, que había pronosticado que recibiría una condena «estalinista» de 18 primaveras, recordó la víspera que aún debe ser supremo por un tribunal marcial por terrorismo, lo que podría acarrearle, según sus previsiones, otros diez primaveras.
Además, pidió a sus correligionarios que no se rindan y que sigan protestando contra el Kremlin, aunque esa protesta sea silenciosa.
«No hay mínimo vergonzoso en designar la forma más segura de la protesta. Es vergonzoso no hacer mínimo y dejarse intimidar«, aseguró en Telegram.
Las cancillerías occidentales han demandado la emancipación de Navalni, quien condenó desde la mazmorra la «pleito criminal» en Ucrania emprendida por Putin, al que acusó de mandar «al matadero» a cientos de miles de rusos.
Fuente: EFE