Los ataques incendiarios y tiroteos perpetrados por una organización criminal en Río Grande do Norte, estado del nordeste de Brasil, completaron una semana en la madrugada de este lunes, cuando se registraron nuevos incidentes en al menos cuatro ciudades, informaron fuentes oficiales.
De acuerdo con la secretaría regional de Seguridad Pública, en la madrugada de este lunes fue lanzado un cóctel molotov contra el estacionamiento del Comando de la Policía Regional de Carreteras en la ciudad de Caicó pero el fuego tan solo afectó un autobús policial.
En la ciudad de Grossos un grupo de pistoleros disparó repetidas veces contra la fachada del Concejo Municipal y en Natal, la capital regional, los atacantes intentaron incendiar una base de la Policía Militarizada en el barrio Neópolis pero solo consiguieron destruir una puerta.
Igualmente se registraron ataques con artefactos explosivos, pero sin consecuencias, contra un garaje de autobuses en Natal y contra dos autobuses de servicio público en Mossoró.
Los nuevos ataques se registraron pocas horas después de que el ministro de Justicia, Flávio Dino, desembarcara en Natal para anunciar medidas contra la violencia y de refuerzo de la seguridad, ordenadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Dino afirmó que el Gobierno ya envió a Río Grande do Norte 700 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, un cuerpo de elite de la Policía Nacional, y que puede elevar ese número hasta 1.500 en los próximos días en caso de que sea necesario.
Asimismo, anunció la liberación «inmediata» de 100 millones de reales (19 millones de dólares) para comprar vehículos patrulla y armas con el objetivo de «ampliar el poder de respuesta».
Parte de esos recursos también se destinarán para mejorar el sistema penitenciario, con la construcción de una nueva cárcel y el aumento de plazas en las unidades ya existentes, según explicó el ministro a los periodistas.
Por su parte, la gobernadora de Río Grande do Norte, Fátima Bezerra, afirmó que «los indicadores muestran que los casos de violencia» están reduciéndose con el paso de los días y aseguró que pedirá el apoyo continuado de la Fuerza Nacional hasta que vuelva la «paz» a la región.
Los ataques, que se han extendido a al menos 48 ciudades de Río Grande do Norte, comenzaron en la madrugada del martes 14 de marzo, cuando los pistoleros atacaron autobuses, edificaciones públicas e instalaciones policiales.
Las autoridades han registrado hasta ahora al menos 280 ataques en siete días, pero el número viene cayendo gradualmente, desde las 104 en la madrugada del martes hasta menos de 10 tanto el domingo como el lunes.
El viernes, la embajada de Estados Unidos en Brasil emitió una «alerta de seguridad» para recomendar a sus ciudadanos que eviten viajes a Río Grande do Norte.
Los tiroteos e incendios de vehículos, comercios, comisarías policiales, bancos y sedes de organismos públicos han sido atribuidos al «Sindicado del Crimen», organización de narcotraficantes comandada desde el interior de las cárceles de la región.
Los ataques al parecer son una respuesta al reciente endurecimiento de las políticas públicas de combate al crimen y a las malas condiciones del sistema penitenciario.