La psicóloga Soraya Lara Caba afirmó que son tan severos los daños emocionales que reciben los niños que viven en hogares marcados por la violencia que ejerce el padre sobre la madre, que esas secuelas se arrastran hasta la adultez, y en ocasiones terminan reproduciendo los mismos patrones de conducta.
Sin embargo, la experta señala que hay hijos que son resilientes, que aprenden a manejar las secuelas de esas vivencias nocivas, e incluso deciden no replicar esas acciones.
Lara Caba explica que la violencia tendrá un impacto psicoemocional diferente en cada hijo, lo cual va a depender de su nivel de exposición a los episodios de violencia. Seguir leyendo