Sídney, Australia.- Las 97 ballenas piloto que quedaron varadas esta semana en una playa al suroeste de Australia han muerto a posteriori de que las autoridades decidieran practicar la eutanasia a 43 de ellas para minimizar su sufrimiento delante su deteriorada salubridad.
«El activo no fue tan acertadamente como esperábamos. Obviamente no era el resultado deseado«, apuntó en un vídeo Peter Hartley, oficial del Departamento de Biodiversidad y Conservación de la región Australia Occidental, donde el martes quedaron varadas las 97 ballenas, de las que no sobrevivió ninguna.
Las primeras 54 murieron el martes en la playa Cheynes, una ensenada protegida de Australia Occidental que está rodeada por un parque y una reserva natural y donde el Servicio de Parques Nacional avistó el miércoles el clase de casi un centenar de ballenas.
Los equipos de rescate, veterinarios, expertos en fauna flota y unos 250 voluntarios lograron en un primer momento remolcar a aguas profundas a las supervivientes, pero horas a posteriori volvieron a continuar varadas, lo que terminó por convencer a los expertos de que era mejor sacrificarlas.
«Los veterinarios evaluaron a las ballenas y confirmaron que mostraban signos de rápido detrimento (…) Nuestro equipo determinó entonces que la obra más apropiada y humana era eutanasiar a las restantes para evitar prolongar su sufrimiento«, apuntó en las redes sociales el Servicio de Parques regional.
En Australia es frecuento el varamiento de mamíferos marinos
Australia, al igual que el vecino país de Nueva Zelanda, es ambiente de frecuentes varamientos de ballenas y otros mamíferos marinos, sin que los expertos hayan acabado esclarecer con precisión los motivos.
No obstante se cree que pueden estar vinculados a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.
En septiembre de 2022, murieron la mayoría de las 230 ballenas pilotos que se quedaron varadas en una remota isla de la región australiana de Tasmania, que al igual que la playa Cheynes, están en las rutas migratorias de diversas especies de cetáceos.
Ese varamiento en Tasmania se produjo dos abriles a posteriori de que unas 470 ballenas piloto se quedaran varadas en ese mismo lado, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a inscripción mar.