El Pequeño Jesús se convirtió en 2020 en el primer escuincle nacido en España de una mujer con un trasplante de seno, en un holgado y confuso procedimiento que se realizó en Barcelona con fines fundamentalmente reproductivos.
“Fue un proceso muy duro a la par que muy atún y a pesar de todos los riesgos valió la pena”, destacó ayer la trasplantada y mama primeriza, Tamara Franco, en la presentación del reformador procedimiento, en la que la ministra de Sanidad, Manel Balcells, y el equipo médico del Clínic, donde se realizó la intervención.
El proceso comenzó en 2015, cuando la Clínica obtuvo el permiso de los comités de ética y del Departamento de Salud para realizar un software práctico de trasplante uterino en cinco casos con síndrome de Rokitansky, que son mujeres que nacen sin seno ni trompas de Falopio, pero sí con ovarios.