Nicaragua inició ayer el “silencio electoral” previo a las votaciones de este domingo, en las que el presidente Daniel Ortega parte como favorito para obtener su quinto mandato y cuarto consecutivo, en medio del arresto de siete aspirantes a candidatos presidenciales por la oposición.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) dio por establecido ayer jueves como el primero de tres días de “silencio electoral” previo a esos comicios, en los que están previstos elegir presidente y vicepresidente de la República, 90 diputados ante la Asamblea Nacional, y 20 ante el Parlamento Centroamericano.
Desde ahora, los aspirantes a cargos de elección popular tienen prohibido hacer propaganda política pidiendo votos a los electores y también concentraciones, que cerraron entre el domingo y el miércoles, según el calendario electoral.
En las elecciones participan una alianza encabezada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el Partido Liberal Independiente (PLI), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), la Alianza por la República (Apre), y Yatama (Hijos de la madre tierra, en lengua miskita), este último solamente en la costa Caribe.
Campaña
Nicaragua dio por iniciada la campaña electoral el pasado 25 de septiembre y la misma estuvo marcada por la pandemia de la covid-19, el arresto de 39 líderes opositores, empresariales, estudiantiles, activistas y profesionales independientes, incluido siete aspirantes presidenciales, la escasez de propaganda y el predominio de símbolos sandinistas en las instituciones del Estado.
Contrario a la tradición electoral, este año no hubo concentraciones ni caravanas masivas, ni caminatas. Tampoco debate.